3 de agosto de 2014

Floyd Mayweather, el Chino Maidana, una pelea y dos divisiones

A veces la fórmula para entender un asunto complejo es agrandarlo diez veces. Exageremos un momento para entender: si usted pesa 60 kilos y le gana al campeón de peso completo, ¿tiene o no derecho a ser considerado campeón de peso completo? 

Yo creo que sí, y con mayor mérito que si le hubiese ganado pesando lo mismo.

El Consejo Mundial de Boxeo acaba de autorizar que la pelea de revancha que sostendrán Floyd Mayweather y Marcos Maidana el 13 de septiembre en Las Vegas sea por los dos títulos que posee el primero, welter y superwelter.

Desde Henry Armstrong y hasta que hace unos meses sucedió con Floyd Mayweather el boxeo no registraba a nadie como campeón simultáneo en dos o más divisiones porque era antirreglamentario. Aunque el reglamento que conocemos --y por eso tantos me preguntan por qué-- dice que quien gana un segundo título debe escoger con cuál se queda y renunciar al otro, el presidente del CMB, Mauricio Sulaimán, explicó (vean la entrevista que le hice el 22 de mayo al respecto) que “hay una votación de la Junta de Gobierno que suspendió momentáneamente la vigencia de esa regla”.

Los cambios de las regulaciones boxísticas en el siglo XX tendieron a igualar los pesos en las peleas, pero de todos modos la historia de nuestro deporte registra muchas excepciones –algunas de importancia notable (como Jack Johnson vs Stanley Ketchel, 16 kilos de diferencia en el pesaje)- en las que se escenificaron combates con diferencias muy marcadas.

Ya me voy a ocupar, párrafos adelante, de la famosa pelea entre Sugar Ray Leonard y Don Lalonde, que es la que la mayoría de los aficionados recuerda como antecedente de la que va a ocurrir.

Hay otros registros de casos idénticos.

El 24 de abril de 1931, en el ‘Chicago Stadium’, Tony Canzoneri defendió su título de peso ligero y obtuvo el superligero que estaba en poder de su adversario, el inglés Jack Kid Berg, al ganar con un maravilloso nocaut en el tercer round. Fue un gancho izquierdo como pocos se han visto. Recomiendo que lo revisen en youtube porque vale la pena.

Tomemos nota de que Canzoneri pesó 132 y Berg 134 ½ libras (el límite de peso ligero es 135). El detalle es importante porque Mayweather y Maidana, igual que ellos, tendrán que dar la categoría de abajo, es decir welter. Nadie puede pelear por un título mundial no dando el peso.

Más interesante aun es observar que el mismo Canzoneri se enfrentó ese año a Kid Chocolate, un poco más tarde, el 20 de noviembre, en pelea que se anunció por el título de tres divisiones. A la hora de la verdad Tony no pudo dar las 130 libras acordadas para que la pelea, además de por los títulos ligero y superligero, fuera por el superpluma que estaba en poder del cubano. Canzoneri ganó por puntos en fallo dividido, a Chocolate, que al pesar 127 ½ libras quedó a 12 libras y media (5.670 kilogramos) de distancia del límite inferior de una de las categorías cuyo título disputó (superligero). Canzoneri dejó ir esa noche la oportunidad de ser el primero en ganar títulos en cuatro divisiones distintas.

En 1933, el 23 de junio de ese año, el judío Barney Ross ganó por decisión en 10 rounds a Tony Canzoneri y obtuvo los títulos mundiales de este último, ligero y superligero.

El antecedente más antiguo de lo que estamos comentando, sin embargo, no es de hace 80 años sino de hace 130. El 30 de julio de 1884 el fabuloso Jack Dempsey, conocido desde entonces como “el Nonpareil” (no confundir con el peso completo que de éste tomó su nombre), ganó por nocaut en el round 22 a George Fulljames en Great Kills, Staten Island, Nueva York. Se sabe que el ganador, que cobró una bolsa de 2,000 dólares, pesó 140 libras y se hizo de los títulos welter y medio (el peso welter tenía entonces un límite de 142 libras, no las 147 de hoy). Pelearon con guantes, que se empezaban a usar.

Cuando se anunció la pelea Leonard-Lalonde, por los títulos supermediano y semicompleto, hacía más de cincuenta años que el boxeo no veía algo parecido, y el ambiente se vio sacudido por una marea de comentarios, a favor y en contra (la mayoría). Yo era entonces secretario ejecutivo del CMB y fui promotor y testigo de lo que aconteció; y enlistado con los que estaban a favor.

En junio de 1988 Sugar Ray Leonard, que estaba retirado, le pidió a José Sulaimán volver al boxeo a disputar el título de los supermedios (división que ya reconocían la AMB y la FIB, con límite de 168 libras, 76.204 en kilos) en el CMB. El campeón que ya existía, en la AMB, era el venezolano Fulgencio Obelmejías, pero Leonard quería, claro, el famoso cinto verde. Además, la pelea que proponía Sugar Ray era por las 168 libras pero con el canadiense Don Lalonde, campeón de las 175, semicompleto, que tenía de blanco lo que Leonard tenía de negro, y un rostro afilado de ojos claros y una cabellera rubia que abonaban a un contraste estético espectacular. La jugada magistral quedó al descubierto: de una vez que lo que pedían pusiera en juego los dos títulos.

El día 29 de ese mes de junio siete miembros del Comité Ejecutivo del CMB se reunieron en el hotel Intercontinental de Nueva York, en el 111 de la calle 48, en Manhattan. Asistieron Leonard y Lalonde pidiendo lo que ya se sabía: pelear por ambos títulos en noviembre. En el CMB consideramos que no habiendo impedimentos de tipo reglamentario y tratándose de una pelea de alto interés para el mundo del deporte debía aprobarse, y así se hizo.

Como asunto anecdótico, un periodista preguntó a José Sulaimán por la fecha de creación de los supermedios en el CMB, a lo que el presidente con picardía respondió que “la convención anterior”. Esto no es exacto, porque la convención de Las Vegas en 1987 había rechazado el pedido del promotor venezolano Rafito Cedeño para la creación de la categoría (Cedeño defendía, claro, los intereses de Obelmejías que tuvo que irse a la AMB para ser campeón). La fecha de creación en el CMB es el 29 de junio de 1988, en aquella reunión de Nueva York. La primera clasificación se dio a conocer en julio de 1988 con diez boxeadores en la lista.

Leonard y Lalonde pelearon el 7 de noviembre en el Caesar’s Palace de Las Vegas. Ganó Leonard por KOT en 9 rounds en una buena pelea. Sugar Ray fue el primero en ganar cinco títulos en diferentes divisiones. Antes había poseído los welter, superwelter y medio. El 16 de noviembre Leonard renunció al título semicompleto y se quedó con el supermedio, porque el reglamento decía (y dice, tal vez, no lo sabemos) que en siete días el doble campeón debe decidir con qué título se queda. En febrero siguiente el inglés Dennis Andries se coronaría campeón para tomar el espacio vacante en las 175 del CMB.

Por mi parte, estoy también a favor de que un peleador pueda ser campeón en dos o más divisiones al mismo tiempo, como Armstrong que lo fue en tres. No hay razón comprensible para que los organismos tengan escrita esa regla demencial que se lo prohíbe; la que ahora suspendió el CMB y permite esta pelea. La autoridad debe decirle al peleador “tienes cuatro meses para defender tu título(o cinco, o seis)”, y no decir nada más, porque siempre es preferible que haga mucho y diga poco. Si el peleador no cumple con su obligación, se lo desconoce al día siguiente de su plazo vencido. Sería por lo tanto saludable que el CMB derogue esa regla suspendida, con lo que tendríamos la esperanza de que los demás organismos, que tanto le han copiado, le copien otra vez para beneficio del boxeo.

Digamos antes de terminar que algunos especialistas han puesto el grito en el cielo por la supuesta quita de oportunidades para otros que tiene como consecuencia un peleador acaparando dos títulos. Yo les respondería que no me preocupa en lo mínimo esa situación, inexistente en una época en que a diferencia de los viejos buenos tiempos, cuando algunos magníficos peleadores esperaban años su oportunidad (Mantequilla Nápoles), ahora la mayoría la encuentra o inmerecidamente o antes de haber madurado lo necesario.

Esto es todo lo que puede decirse de los antecedentes, jurisprudencia e historia sobre lo que va a suceder el 13 de septiembre, la pelea de Floyd Mayweather con el argentino Marcos Maidana.

Adorno, en fin, pero no censurable, para hacer atractiva una pelea que Floyd Mayweather necesita vender mejor. Recordemos que firmó seis combates con Showtime de los que disputó dos: con Robert Guerrero y la primera con Maidana. Ambas fueron pobres para la demanda de pagos por ver, con menos de un millón de adquirentes en cada caso. Muy lejos de los 2 200 000 de ventas que tuvo su pelea con el Canelo Álvarez.