El rival del Travieso Arce en Las Vegas, en la cartelera de Pacquiao-Bradley, se llama Jesús Manuel Rojas y pelea igual que él, con las ventanas abiertas, con arrojo inconsciente, desenfadado, para adelante y sin medir consecuencias. Habría que pensar quien armó la pelea es alguien con una mente perversa, que pone en la misma vía y en sentido contrario dos trenes que van a chocar inexorablemente, y van a provocar un desastre.
Este compromiso, que asumió a modo de preparación antes de lo que él llama una pelea grande, preliminar de un eventual retiro cercano, no es una pelea cómoda para Arce. Rojas es puertorriqueño y es espectacular, con récord de 18-1-1 (11 nocauts a favor) pero todo lo entrón que se le ve en los videos que pueden recuperarse en la red no alcanza para hacer un pronóstico a su favor. Un boxeador es de la calidad de los rivales a los que le ha ganado, y en su buena carrera el isleño no ha tenido enfrente a ningún Travieso Arce.
Jorge se ganó con transpiración que lo incluyeran otra vez en el cartel con Pacquiao, porque el 7 de mayo de 2011 (cuando pelearon Pacquiao y Mosley) él venció al Papito Vázquez un momento antes en el mismo ring, y fue lo único imponente que hubo esa noche como espectáculo, la exhibición grandiosa de un peleador que cada vez que sube al cuadrado apuesta la vida. Le dio un respiro bienhechor a la velada que de otra manera habría sido insípida a morir.
Los 32 años de edad que tiene el Travieso (en julio cumplirá 33) suelen no ser muchos años para los boxeadores, pero sí lo son para él. Por su estilo, su carrera de sesenta y ocho peleas ha sido agotadora y suficiente. Se muestra bien en casi todo, y acaso el único síntoma de que va marchando a casa es su indudable hartazgo. Ha sido irregular en sus producciones y así como edifica hazañas, ha perdido una pelea con Simphiwe Nongqayi, que no debió perder (fue en 2009, después ganó la revancha), y en otras lo vimos francamente mal: contra el Gusano Rojas, contra David Lookmanahak y contra Vic Darchynian. Cuatro peleas malas en las últimas diecisiete, en los últimos cinco años, en su madurez boxística posterior a la derrota con Christian Mijares, podrán señalarme muchos que no es mucha producción mala. Si quieren lo concedo, yo soy un admirador del Travieso y no combato su estilo agreste que a tantos molesta, pero es un síntoma de alarma. Lo duro para Jorge no es pelear, sino hacerlo con la motivación de las grandes noches.
El domingo hablé media hora con el Travieso y de la plática rescato lo siguiente, que me dijo:
- “¿Que cómo estoy? Estoy como un muchachito, como en mis mejores tiempos. Sé lo que esperan de mí el 9 de junio y eso voy a dar”.
- “Rojas, mi rival, es muy bueno, pero no tiene experiencia para pelear conmigo. Puede ser un poquito más grande que yo, fíjese en su récord y verá que ha peleado en 126 y en 130 libras. A ver hasta dónde responde. Conmigo tendrá que demostrar si tiene aguante y corazón, si eso tiene, va a dar un pelea buena. Le voy a poner una presión que él no conoce. No me puede ganar, créame”.
- “Voy a subir en 122/123 libras. Eso es lo acordado. Supergallo con un kilo de tolerancia. Estoy entrenando con los Kochules, pero como ese día pelea Fernando Montiel, ellos van a estar con él, y lo entiendo bien. A mí me va a subir Tiburcio García”.
- “¿Papito Vázquez? No, no me interesa, ya le gané, no sería una pelea grande”.
- “Después de ésta quiero la pelea grande que me prometieron y que merezco. Que sea con Nonito Donaire. Arum la quiere, la televisión la quiere, yo la quiero. Fernando Beltrán no la quiere”.
- “Beltrán dice que porque me quiere mucho, que no me vayan a ganar. Ya le dije ‘tú estás bien loco, compadre, ¿qué crees que me va a hacer Nonito Donaire?, tengo una trayectoria y he peleado con una cantidad de grandes campeones, nunca me han noqueado, parece que no estuvieras enterado’. Mi próxima pelea tiene que ser con Donaire y si no con Abner Mares o con el Siri Salido”.
- “Sí, yo lo dije. Dije que no peleo con Christian Mijares porque no resucito cadáveres. Lo único que ha hecho Mijares en su vida es ganarme a mí. Me ganó cuando estuve en una mala noche, está bien, así se queda. ¿Cuál pelea grande con Mijares? Lo rechazó HBO para pelear con Nonito, no sé si usted sabe que Donaire va el 7 de julio con Jeffrey Matthebula, ya no va con Mijares”.
- “Pacquaio va a ganar cómodo a Timothy Bradley. Pacquiao se va a ver bien, pero el show me lo llevo yo, ya va a ver usted qué pelea voy a dar. Voy a demoler a ese puertorriqueño hasta acabarlo”.
- “Chávez Junior le va a ganar a Andy Lee quizá por puntos, porque me parece que no pega muy fuerte, pero le va a ganar muy bien. Y claro que todos queremos que después vaya contra el Maravilla Martínez en septiembre. Mire, si esa pelea se hace va a ser una pelea histórica que va a ganar Chávez y ahí va a empezar su gloria”.
- “Después de esta pelea, que acepté porque va en la cartelera de Pacquiao-Bradley, o me dan lo que quiero que es la pelea grande, o que me consideren boxeador retirado”.
Jorge Arce debutó el 19 de enero de 1996 ganándole en el primer round a Adan Aldama, en Tijuana, hace más de dieciséis años. Sin que me lo dijera expresamente advertí que se siente algo humillado por pelear con un tal Jesús Manuel Rojas a esta altura de las cosas. Quiere cerrar su ciclo ganando o perdiendo pero iluminado por el resplandor de reflectores poderosos, arrullado por el aplauso de la gente y embriagándose con el halago nutricio irresistible, necesario para continuar viviendo.
Los campeones se van de diferentes maneras, pocas veces de modo incruento, porque el mundo no los deja retirarse a tiempo. Siempre hay dolor en la partida, que en el caso del Travieso es cercana e irreversible. Su popularidad ha resistido con buena salud el rigor del tiempo, pero todo tiene límites. Lo del 9 de junio, si no hay una gran sorpresa, será un triunfo, antesala de una rigurosa cita con el destino, ni más ni menos que su juicio final.