Los dueños de circos cuentan con que los flacos leones de sus jaulas no hablan, porque si lo hicieran contarían historias tremebundas.
Ahora es Durango, en México, donde la gente con buena sensibilidad denuncia actos de crueldad contra los animales del circo Oriental, y que al león lo alimentaron con un perro, siendo que la carpa fue contratada para llevar alegría a la población con motivo del 442 aniversario de la ciudad. Mañana será otra Durango y ayer fue otra. Los circos son uno de los muchos infiernos que hay para los animales.
De niño me gustaban los circos y me divertían los animales amaestrados, tan dóciles, tan inteligentes, tan simpáticos. De grande me atormenta el dolor de esos pobres seres siempre en esclavitud, siempre golpeados y humillados, siempre sometidos a la brutalidad de su verdugo de turno. Cuando le digan que no es cierto piense en lo que debe haber sufrido un elefante para “aceptar” bailar en una pata.
Los progresos de conciencia en algunas sociedades -que paradójicamente son contrarrestados por los retrocesos de conciencia que se dan al mismo tiempo- han hecho que los circos con animales tengan hoy graves problemas para subsistir porque son aborrecidos en muchas ciudades del mundo. Cada dìa tienen menos espacios a su disposición porque los alcaldes y presidentes municipales, muchos de los cuales no aman a los animales pero aman los votos, saben que permitir circos con animales es granjearse la antipatía de la gente educada de su comunidad.
Durango denuncia angustiada al circo, que se mueve con comodidad en una comunidad prototipo de muchas echadas a perder para el bienestar animal porque está enclavada en este universo perverso: circos-negocio sin responsabilidad social, gobernantes torpes e insensibles, autoridades (en México SEMARNAT y PROFEPA) que siempre llegan tarde y que no cumplen con su obligación, congresos estatales sin leyes o con leyes ignoradas para el mundo animal, una sociedad anestesiada para sentir el dolor ajeno y una opinión pública formada por medios de comunicación que rara vez se ocupan de formar, de educar.
Se puede respetar la vida animal. En los circos también. El Cirque Du Soleil es la industria cirquera más grande y mejor del mundo y no usa animales.
La buena o la mala vida de los animales tiene relación directa con la cultura y las buenas costumbres de donde les toca vivir.